¿Abuso de autoridad o tragedia evitable?
Un joven murió tras recibir un disparo en la cabeza luego de que, según testigos, un policía estatal le impidiera grabar con su teléfono. El incidente ocurrió mientras el hombre, que se dirigía a su trabajo como cargador en el mercado de Cuernavaca, presenciaba la detención de su vecino; al intentar filmar la escena, el agente le arrebató el celular y le disparó, según la versión de la familia.
La hermana de la víctima, quien prefirió no dar su nombre, relató que los policías detenían a otra persona por un vehículo sin placas que, según ellos, era robado, y que su hermano solo intentó documentar lo ocurrido; afirmó que Luis Ángel no portaba arma y era el sostén de la familia, trabajaba descargando camiones de fruta desde la medianoche hasta la madrugada y cuidaba a su madre y a su hermana con un bebé.
La familia exige justicia y que se esclarezca la verdad de los hechos, insistiendo en que no se inventen versiones que lo involucren en actos violentos; piden investigaciones transparentes y sanciones si se comprueba abuso de autoridad. La demanda de respuestas se cruza con el dolor por la pérdida de un proveedor familiar y la urgencia de que las autoridades actúen con celeridad y rigor.
El fiscal de Morelos aseguró que la Fiscalía no dará protección a nadie y actuará conforme a la ley, y el gobierno estatal informó que los tres elementos de la patrulla quedaron a disposición de la Fiscalía, junto con las armas de cargo y los videos de las cámaras de seguridad de la zona, elementos que serán clave para esclarecer lo sucedido.
