Cuando las advertencias a militares desatan una respuesta presidencial explosiva.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió el jueves la posibilidad de aplicar la pena de muerte contra seis legisladores demócratas que pidieron a militares y personal de inteligencia negar “órdenes ilegales” del gobierno. Sus mensajes en la red Truth Social, donde calificó la conducta de los congresistas como “sediciosa” y llegó a plantear “¿ENCERRARLOS???”, fueron seguidos por otra publicación que afirmó que ese comportamiento es “condenable con la MUERTE”, lo que encendió una intensa polémica pública.
El llamado de los demócratas apareció en un video publicado el martes en X, en el que un grupo de senadores y representantes con experiencia militar o en inteligencia alertó que la actual administración está poniendo en confrontación a las fuerzas armadas y a los profesionales de inteligencia con la ciudadanía. En su intervención enfatizaron que las amenazas a la Constitución proceden también “desde aquí, de casa”, y defendieron el derecho del personal uniformado a negarse a acatar órdenes que consideren ilegales.
La reacción de la Casa Blanca llegó por boca de su subjefe de gabinete, Stephen Miller, quien calificó el video como un exhorto a la rebelión del personal militar contra su comandante en jefe. Entre los legisladores señalados figuran el senador Mark Kelly, expiloto de combate de la Armada y astronauta, y la senadora Elissa Slotkin, con pasado en la CIA en Irak, lo que agregó peso simbólico y práctico al debate sobre la legitimidad y el impacto de sus declaraciones.
El conflicto entre la Casa Blanca y los legisladores radica en un contexto más amplio en el que se cuestiona el uso de las fuerzas estadounidenses tanto en su propio territorio como en operaciones extranjeras. En el país, la administración republicana autorizó despliegues de la Guardia Nacional en varias ciudades para supuestos controles de orden público, decisiones que en muchos casos enfrentaron resistencia local y recursos judiciales.
En el plano internacional, la gestión de Trump también ha sido criticada por acciones militares fuera de fronteras, incluidas órdenes de atacar embarcaciones señaladas como narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico oriental, episodios que, según informes y expertos, han provocado decenas de muertes desde septiembre y suscitado acusaciones de ejecuciones extrajudiciales y uso de fuerza potencialmente ilegal, incluso cuando los blancos eran presuntos traficantes.